miércoles, 28 de febrero de 2007

IGLESIA Y SUS SECUACES

El cielo tiene las riendas,
la tierra y el capital,
y a los soldados del Papa
les llena bien el morral,
y al que trabaja le meten
la gloria como un bozal.

Para seguir la mentira,
lo llama su confesor,
le dice que Dios no quiere
ninguna revolución,
ni pliegos ni sindicatos,
que ofende su corazón.

Estas estrofas de Violeta Parra me han propuesto el tema de la religión, iglesia y sus corresponsales los obispos, papas, curas y demás familia.
Hoy en dia pocos son las personas que no ven en la religon la causa de muchas guerras. Ya desde tiempo de la Inquisición, si no antes, la religion católica se ha erigido como la salvación de todos nuestros problemas.
He podido ver cómo unos profesores de religión han sido expulsados de sus colegios por estar en pecado al ser gente separada, tomarse unas copas y no vestir acorde a la religión que explican.
Me pregunto quién controla la vida de todos estos adléteres de la religión, que viven del dinero público y contratan gente de su propia ideología, que no podía ser de otro modo claro, y encima quieren hacernos comulgar con ruedas de molino.
Desde siempre recuerdo en mi pueblo castellano, muy pequeño, que la autoridad era el cura, el guardia civil y el maestro.
El cura te confesaba, te absolvía de tus pecados y se chivaba al guardia, que te metia en vereda y el maestro que era del régimen te inculcaba sus valores, del régimen, por eso POR DIOS LA PATRIA Y EL REY.....
Considero a la Iglesia como una comunidad de gente, vease la cantidad de sotanas que se ven en un cónclave, viven del cuento. Esto no quiere decir que verdaderamente hay gente que siente la necesidad de ayudar al prójimo, para lo que no hay que ser cura ni monja.
En los años de estudiantes con los jesuitas en la UNI de GIJON, no es que se portaran mal pero si que su idea la transmitian: se vivia en pecado por mirar a las tias, por masturbarte, por ser homosexual, divorciado, de izquierdas (los rojos querían acabar con la religión) pues claro no solo iban a vivir ellos.
Espero sin ofender, cada uno tiene su ideología, que esto sirva de tema de conversación entre nosotros.

[Cancionero de Isabel Parra]

(Sirilla)

– ¡Nos juimos pa’l cielo, m’hijito!

Día domingo en el cielo
hicieron unas fiestitas
pa’ celebrar el cumpleaños
de Santa Juana bendita.

Permiso les dio el Señor
por ser un día feria’o,
’taba cerrada la gloria,
también el limbo cerra’o.

Al medio de aquel festejo
como abejita en la rosa
San Lucas se hace turumba
bailando al refalosa.

En el jardín del Edén
suspira Santa Teresa
con una copa en la mano,
parece que de cerveza.

De lejos sentía el amo
fragancia de chicha cru’a,
Pa’ sus adentros pensaba
”qué fiesta tan macanú’a”.

Una santa cuarentona
reparte los bizcochuelos.
Por uno que le reciben
cuatro le botan al suelo.

San Miguel y Santa Rosa
bailaban con dos pañuelos,
en cada paso que daban
pisaban los bizcochuelos.

Propone la Magdalena
jugar a los disfraza’o.
La idea fue recibí’a
con un aplauso cerra’o.

Llorando la borrachera
se presentó Jeremías
con la pistola en la mano,
vestido de policía.

El labrador San Isidro
que es el patrón de las aguas,
pa’ hacer reír a la gente
se disfrazó de paraguas.

La fiesta sube que sube,
con to’a tal chimuchina
igual que en el gallinero
cuando ponen las gallinas.

Aquí llegó el Padre Eterno
pa’ levantar el permiso.
Fue tanta su turbación
que clausuró el paraíso.

(1964-1965)

ASI HAY QUE TOMARSELO EN ESTA OTRA DE VIOLETA PARRA, a cachondeo, juerga en el cielo y en la tierra más de lo mismo
SALUD

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