Los museos ya no son lo que eran porque el arte tampoco lo es. Los pioneros de la fotografía o el vídeo tal vez nunca soñaron con que su disciplina acabara convirtiéndose en objeto artístico. Hoy, no es ya sólo la fotografía la que se exhibe en museos y salas de exposiciones, sino otras manifestaciones artísticas que a más de uno le pueden parecer, como poco, chocantes. Bueno, también sorprendieron los pintores que colgaron los primeros cuadros impresionistas. La posmodernidad ha diluido las fronteras, y el arte ha invadido, o se ha dejado invadir por la ciencia, la tecnología y la industria. La ciudad de Gijón acaba de apuntarse a esta vanguardia con un espacio privilegiado, LABoral, Centro de Arte y Creación Industrial. El nombre le viene de que el edificio que lo alberga es la antigua Universidad Laboral. En el fondo, hay cierta coherencia en que sea una universidad laboral la que acoja un centro dedicado a la creación industrial. También es lógico que su directora sea Rosina Gómez-Baeza, fogueada durante años en ARCO, el gran certamen español de arte contemporáneo.
LABoral no es sólo un centro dedicado a las formas artísticas más recientes (videoarte, diseño gráfico, videojuegos, imagen electrónica y virtual), sino que, fiel al espíritu de la posmodernidad, también transgrede las fronteras en cuanto que no es sólo un lugar para la exhibición y difusión de obras artísticas, sino para su creación, investigación y formación de artistas. LABoral buscará la interacción entre artistas y espectadores y desde allí proyectará por el Principado de Asturias, España y el mundo lo que en el centro se realice. La primera etapa de LABoral va a estar marcada por cuatro exposiciones: Feedback, dedicada a las nuevas creaciones artísticas vinculadas a la tecnología; Gameworld, centrada en el videojuego en una doble vertiente, obras influidas por los videojuegos y videojuegos notables por sus diseños innovadores; Ciberespacios, que recoge diez obras virtuales, y Extensiones y Anclajes, ubicada en catorce puntos de la geografía asturiana en busca del diálogo con otros artistas del Principado.
Los talleres y líneas de investigación de LABoral tienen que ver con campos como la comunicación inalámbrica o la robótica. Si HAL 9000 hubiera tenido la ocasión, se habría acercado al Centro LABoral de Gijón. Aunque lo que allí suene, más que la vieja canción Daisy, sea la música de Kraftwerk. A.V
Tomado de la sección “agenda” de la revista MUFACE (http://www.map.es/gobierno/muface/index.htm)
Un saludo,
Félix
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