sábado, 15 de agosto de 2009

La SGAE y la cultura

La venganza de Pedro Crespo, primero labrador y luego alcalde, que se tomó la justicia por su mano, en pleno siglo XVI y mató al capitán de los Tercios de Flandes por violar a su hija, es el argumento que usó Don Pedro Calderón de la Barca en su famosa obra de teatro "El alcalde de Zalamea", allá por el año 1640.
En 1988 el poeta valenciano Francisco Brines hizo una adaptación de la obra (que estrenó la Compañía de Teatro Clásico) y luego la donó altruistamente al pueblo de Zalamea de la Serena (Badajoz) para que fuera interpretada por 600 vecinos (entre ellos 180 niños), que ensayan en sus ratos libres, en las últimas semanas, hasta pasadas las 2.30 de la madrugada.

Cuando los vecinos, con su esfuerzo, han conseguido que, a partir de esta edición, el evento sea declarado Fiesta de Interés Turístico Regional, llega la Sociedad General de Autores (SGAE) e intenta cobrar al Ayuntamiento, organizador del evento, "entre 12.000 y 14.000 euros", según denuncia el actual alcalde de Zalamea.
La SGAE asegura que el Ayuntamiento de la localidad extremeña debe 24.000 euros porque lleva desde el año 1998 sin pagar los derechos de autor de los diferentes actos culturales que se realizan en el pueblo. Asimismo, puntualiza que la cantidad que tiene que pagar el Ayuntamiento por cada representación de la adaptación de El alcalde de Zalamea, realizada por Francisco Brines, es de 95 euros y no 12.000 o 14.000 euros como indicó ayer el alcalde de Zalamea de la Serena.
Total, el alcalde del afamado pueblo, el escritor que dona su obra y el vulgar populacho empecinados en recuperar tradiciones culturales y difundir la famosa obra de uno de los mejores autores de teatro del mundo, y la SGAE tratando de sacar tajada de debajo de las piedras. Ya falta menos (años) para la abolición de los derechos de autor. Compartir es el futuro y el trabajo en equipo es mucho más productivo que las genialidades metidas en bolsa.

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