Estas declaraciones son del arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol Balcells, que cerró una vez más la puerta del sacerdocio a las mujeres y lo hizo recordando que su función esencial es traer hijos al mundo y «cuidar más al marido porque él es el hijo más pequeño de la casa». Las mujeres no pueden oficiar misa «porque cada uno tiene una función». «Yo tampoco puedo hacer algunas funciones que hacen las mujeres, no puedo traer los hijos al mundo».
Estas son las opiniones y las preocupaciones de los padres de la iglesia (la católica, no la musulmana). Y además lo del aborto, el matrimonio entre personas del mismo sexo, los gays en general, etc. Pero de cómo hacer que esta vida sea mejor para los vivos (que igual no somos tantos) no hay que preocuparse. Mejor enseñarles a sufrir, que es bueno para el espíritu, y a esperar a la otra vida (¿?), que esa sí que es buena (repito que me refiero al catolicismo, no al islamismo o al budismo). El resto del artículo, igual de cachondo, podéis verlo aquí.
Menos mal que si bajamos un poco el escalafón, a nivel de parroquias y cristianos de base, sus preocupaciones son otras, en este caso bajo el lema "Frente a la crisis, otra economía es posible".
Un saludo,
Félix
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