miércoles, 18 de julio de 2012

¿"No hay alternativa"?

El periodista y analista político Jordi García-Soler se hace esta pregunta en un artículo de elplural.com.
Apenas han transcurrido ocho meses desde la rotunda victoria del PP en las elecciones generales del pasado 20-N. Mariano Rajoy lleva solo poco más de medio año al frente del Gobierno. No obstante, poco o nada queda ya del apoyo ciudadano al PP. La situación económica actual es tan mala que en la sociedad española aumentan los sentimientos de preocupación, inquietud, decepción, indignación, angustia y miedo. El drama social afecta cada vez a más personas y se avista un futuro trágico para muchos de nuestros mayores, jubilados, funcionarios, trabajadores y gran número de familias de clase media, al borde ya de la exclusión social. Y frente a una situación como esta la respuesta del Gobierno de Mariano Rajoy es muy simple: “No hay más remedio”, “no hay libertad para hacer otra cosa”, “hacemos lo que hay que hacer”, “no hay alternativa” …
¿De verdad “no hay alternativa”? ¿Es cierto que “no hay más remedio” que retroceder décadas enteras, tal vez hasta medio siglo, en materia económica, social y democrática? Porque lo que estamos viviendo y sufriendo en España es un retroceso histórico sin parangón. Vivimos y sufrimos una italianización política y una argentinización económica. Vivimos y sufrimos un proceso de creciente desapego entre la ciudadanía y sus representantes políticos. Vivimos y sufrimos prácticamente en un estado de excepción parlamentario, con el uso y abuso constante del recurso del decreto-ley. Y todo ello se produce en un contexto en el que se está eliminando a la clase media y está aumentando espectacularmente la desigualdad, con un incremento enorme de la acumulación del capital entre los más ricas y un empobrecimiento generalizado del resto de la sociedad, con la laminación progresiva de pilares básicos del Estado del bienestar conquistados con gran esfuerzo en estas últimas décadas.
El Gobierno del PP está jugando peligrosamente con fuego. Los vítores y aplausos de la bancada popular a los anuncios de recortes sociales hechos por Mariano Rajoy fueron una provocación pública. Su máxima expresión fue el exabrupto del “¡que se jodan!” perpetrado por Andrea Fabra, porque a nadie se le escapa que reflejaba un sentimiento de clase, una manifestación rotunda de una ideología clasista, la del ultraliberalismo más reaccionario.
Ante una situación como esta se impone una reacción clara de los socialistas, como primera fuerza de la oposición y como única alternativa actualmente posible al PP. Repito: ¿”no hay alternativa”?. Sí la hay, y el PSOE debe hacerla pública, presentando con claridad y energía no únicamente su firme oposición a las drásticas medidas contra la mayoría que el Gobierno del PP está aplicando sino también ofreciendo alternativas progresistas para superar la situación actual. François Hollande lo está haciendo ya en Francia. ¿A qué espera Alfredo Pérez Rubalcaba a hacerlo también en España? Solo el conocimiento de esta alternativa puede insuflar esperanza e ilusión en una sociedad que está entrando en una profunda depresión. Una depresión no solo económica sino también social, política y anímica, que nos conduce inexorablemente del drama a la tragedia colectiva.
Un saludo,
Félix

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