lunes, 27 de mayo de 2013

¿Aznar vuelve o devuelve?

Sabemos por Groucho Marx que se puede salir de la nada y llegar, a base de trabajar y trabajar, a la más profunda de las miserias. Pero no tenemos ni idea de cómo se da el salto de referente a desreferente. A lo mejor no se da una vez, sino a plazos, como en las carreras de obstáculos. Empieza uno disfrazándose de Cid Campeador y acaba con los pies encima de la mesa, imitando a Bush en una escena digna de Zelig, la película de Woody Allen en la que el protagonista, un tipo inseguro, se transforma literalmente en la persona que tiene al lado para pasar inadvertido. Lo que parecía sin embargo una solución a su complejo de inferioridad, multiplica el problema, ya que, en vez de confundirse con el paisaje, acaba destacando en él más que una gota de semen en una sotana.
José María Aznar vestido de Cid Campeador, en 1987
Este es el primer párrafo de un artículo de Juan José Millás que publica El País.
Luego dice cosas muy interesantes, como ¿Creen ustedes que alguien obligó a Aznar a colocarse el yelmo de Rodrigo Díaz, que le cae como a un Cristo dos pistolas? [...] ¿Creen que montó sin darse cuenta, por mero amor paterno-filial, esa boda esperpéntica, llena de gánsteres, sobre la que dentro de un siglo se continuarán escribiendo sainetes? [...] transformado miméticamente en su perro, cogió a Rajoy por el cuello y no lo soltó ya el resto la noche. [..] José María Aznar es una referencia en el partido. [...] Urdangarin es un referente.
Seguro que estos trozos cogidos "al azar" te han llenado de curiosidad por leer el artículo, así que te recuerdo que le tienes aquí porque es muy recomendable.
Un saludo,
Félix
    


No hay comentarios: